Si tu alimentación está afectando tu salud mental, entonces déjame decirte que no es saludable. Muchas veces, comer de forma saludable puede llevarnos a procesos obsesivos o frustrantes, donde sentimos que vivimos constantemente en una prisión alimentaria, que nunca podemos hacerlo suficientemente bien y donde la culpa se apodera de cada uno de nosotros después de consumir algo considerado poco saludable.
Pero la comida no debería ser objeto de juicios de valor, ya que es un elemento indispensable para vivir. Puedo vivir sin alcohol o sin fumar e incluso mi salud podría mejorar, pero ¿puedo vivir sin comer?
Mejorar la relación con los alimentos me permite reducir el nivel de estrés y ansiedad, lo que a su vez puede llevar a disminuir los antojos. Además, comprendemos que la comida también sirve como un medio para compartir y celebrar con nuestros seres queridos, lo que contribuye directamente a nuestra salud mental.